Son solo tres capítulos y ni cuentan una misma historia ni comparten personajes, así es que hasta se hace complicado llamarla "serie", pero la voy a incluir aquí porque merece mucho la pena. En común tienen algo, claro: nos hablan del mundo en el que vivimos, y nos enseñan nuestro reflejo en un bizarro y deformado espejo negro. Una realidad alternativa, posible, futura, que mete el dedo en la llaga, en muchas llagas. La miniserie, tras la segunda temporada, fue rescatada por Neflix, donde ya podemos ver la tercera y esperamos una cuarta.