
Esta es una de las series inglesas que llevo esperando varios meses. Y ya está aquí. En pocas palabras: periodistas, políticos, conspiración, años 50 y muy buen reparto. La trama se va enredando y desenredando, mezclando historias personales con un misterio que hay que resolver. Aunque parecía que se iba a quedar en miniserie, la serie fue renovada para una segunda temporada, que finalmente fue la última. La historia queda medio cerrada: la cancelación no la dejó del todo mal, pero es posible que se grabe
un capítulo especial para darle un cierre mejor.