United States of Tara

A lo largo de los últimos años se está haciendo habitual ver a reconocidos actores de cine protagonizar series de televisión cuando lo que solía suceder era lo contrario: actores de televisión se hacían famosos y saltaban al cine (Bruce Willis, George Clooney o Pierce Brosnan, entre otros). Esta nueva tendencia ha hecho que Glenn Close triunfe en 'Damages', Alec Baldwin en '30 Rock' o Joseph Fiennes en 'FlashForward'. En la serie de la que voy a hablar a continuación se da también esta circunstancia.

United States of Tara
2009-2011

La serie tiene muchos puntos a su favor incluso antes de ponernos a verla: Steven Spielberg en la producción, Diablo Cody (ganadora de un óscar por el guión de 'Juno') como creadora y guionista, y Tony Colette ('La boda de Muriel', 'El sexto sentido', 'Las horas') como protagonista, que además se ha llevado en 2009 el Emmy a la actriz principal de comedia por este papel.

'United States of Tara' (Estados Unidos de Tara) se podría definir como un drama personal-familiar envuelto por una nube de humor negro. El argumento de la serie lo podemos resumir de la siguiente forma: Tara es madre, esposa y a la vez tiene personalidad múltiple. Como la medicación la anula casi completamente (creatividad, sexo, etc.) decide dejar de tomarla y enfrentarse a sus personalidades, ir a terapia e intentar curarse sin drogas. Esta decisión hace que sus 'alter' vuelvan a surgir y lo hagan, cómo no, en los momentos más inoportunos.

Tara vive con su marido, Max, interpretado por John Corbett (el guaperas de 'Doctor en Alaska' y 'Mi gran boda griega'), con su hijo empollón y gay, y con su hija adolescente. La hermana de Tara y Neil, un amigo de Max, interpretado por Patton Oswalt ('Justified') completan el grupo principal de personajes.

Dentro de Tara hay varias personalidades que aparecen cuando la situación supera al personaje (o cuando sea). Estos cambios son totales. Tara cambia de aspecto, de manera de moverse, de forma de hablar... Es un papelón para la actriz, que imagino tuvo que disfrutar mucho con el desafío que supone cambiar de personaje en unos segundos y frente a la cámara. Los 'alter' de Tara son: Alice, que es una mujer tradicional, creyente, buena cocinera (recuerda al personaje estirado -Bree- de 'Mujeres Desesperadas'); T., una chony de dieciséis años (eso cree ella), imposible de dominar; Buck, un tío (en serio, un tío) que se cree que estuvo en Vietnam, que no para de fumar, beber y ver porno; y Gimme es... bueno, eso me lo callo. Y alguno más que irá surgiendo.

Aunque la serie comienza pareciendo más comedia que drama, es inevitable que se vaya complicando cuando el caos provocado por las personalidades de Tara afecta a la vida de la familia. Las escenas más o menos graciosas de los 'alter' se alternan con aquellas en las que Tara, que no recuerda nada de lo sucedido en esas desconexiones, se siente culpable y sufre las consecuencias de sus otros yoes. Paralelamente la serie cuenta la vida de sus dos hijos: Marsh, un joven marginadillo, empollón y gay, que se pilla por un chaval del instituto, y Kate, la hermana mayor, que tiene su historia particular con el jefecillo algo ido de un restaurante en el que se mete a trabajar. Estas subtramas son un poco flojas pero sirven para dar algo de variedad a la serie.

De la serie se puede destacar la idea principal, que da mucho juego, la actuación de Tony Colette (con Emmy y Globo de Oro merecidos), que está que se sale, la manera de tratar el tema gay (es secundario, aceptado de forma natural por la familia, sin darle mayor importancia; en resumen: no es una serie de gays, sino una en la que salen gays).

Tras tres temporadas, la cadena decidió dar la idea por amortizada pero no sin darle un final decente, por lo que la incluyo entre las "Finalizadas" y no entre las "Canceladas". La dejé a mediados de segunda temporada, pero está en mi lista de series pendientes de terminar de ver, sobre todo sabiendo que la cancelación no la dejó sin final y los que la terminaron la recomiendan.


(Entrada Actualizada: 23/07/2016.)