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jueves, noviembre 10

Pan Am

Las series sesenteras están de moda, no podemos negarlo. Al frente, 'Mad Men', claro, y a partir de su éxito no dejaremos de ver las ganas de las distintas cadenas de aprovechar el tirón y ganarse unas buenas audiencias. Claro que el éxito no está asegurado. Los ingleses lo han conseguido con 'The Hour'. En los USA lo intentan con 'Pan Am', pero no está nada claro que se lleven el gato al agua.

De hecho se anució como una serie que se llevaría la palma pero en mi opinión se está quedando bastante corta. La presencia de Christina Ricci tampoco consigue elevar demasiado el nivel.

Pan Am
2011-RIP

Quien no sepa nada de la serie ya se puede imaginar de qué va con sólo leer el nombre. Sí, va de aviones, de vuelos y, más concretamente, de sus azafatas y pilotos. Cuando empecé a verla pensé que estaban haciendo un 'Vacaciones en el Mar' aéreo, o un 'Hotel', ya sabéis, una serie de esas en las que se cuenta la vida de los trabajadores (del barco, del hotel) mezclándolo con las historias de los viajeros/hospedados. Pero 'Pan Am' no va por ahí, no exactamente.

Su creador es un conocido de la tele, Jack Orman, el productor y guionista de series como 'Urgencias', 'JAG. Alerta roja' o 'Men of a certain age'.

La historia se centra en las azafatas y los pilotos, y en la historia de una de ellas, que es captada por la CIA para hacer trabajitos de espía aficionada. Por supuesto hay historias de amor y desamor, y conocemos mundo, ya que los vuelos de la aerolínea llevan a los protagonistas hasta muy distintas capitales de todo el globo, todo envuelto en un paquete visual perfecto... quizá demasiado perfecto. A veces es todo tan idílico que parece que hasta los actores son maniquíes movidos por extraños mecanismos.

Una de las ventajas de situar la serie en esos años es que puede enseñarnos hechos históricos, siempre desde el punto de vista norteamericano, claro. Así, asistimos a un famoso discurso de Kennedy en Berlín al que las azafatas (auxiliares de vuelo, para los fans del lenguaje políticamente correcto) acuden como quien va a un concierto de The Beatles. La realidad sucede alrededor de estas chicas, que viven en su nube de felicidad casi adolescente, y que contrasta con la historia de una de ellas, que es captada para trabajar de correo de la CIA. Esta es la trama más interesante de la serie, hasta ahora.

La época, como en 'Mad Men', da mucho juego para plantear cuestiones sociales, aunque no hacen demasiado hincapié. La liberación de la mujer, por ejemplo, sale a relucir cuando una de las protagonistas está a punto de casarse y en el último momento decide cambiar de vida y hacerse azafata para viajar y conocer mundo, para disgusto de su familia. La chica renuncia a un matrimonio por una vida por aquel entonces sólo reservada para los hombres... y para las azafatas, claro.

El reparto tiene algunas caras conocidas. Por supuesto la que más destaca por currículum es Christina Ricci ('La familia Adams', 'Sleepy Hollow'), que con su cara rara (es rara, digáis lo que digáis) y su cuerpo menudo (ahora) contrasta con el modelo de azafata que uno espera en esos tiempos (y en estos). Interpreta a Maggie Ryan, un personaje hiperactivo y con una fuerte personalidad. A su lado están las hermanas Cameron, Kate, a la que fichan como espía, y Laura, la guapísima exnovia. A la primera la interpreta Kelli Garner ('Dreamland', 'El Aviador') y a la segunda Margot Robbie ('Vecinos', una serie mítica australiana que lleva en emisión desde 1985). La cuarta azafata es la francesa Colette, interpretada por la canadiense (de Quebec, claro) Karine Vanasse. Las dos hermanas suelen chupar más cámara en la serie, y Maggie y Collete son algo más secundarias. Las azafatas comparten protagonismo con el piloto guaperas, Dean, y copiloto desesperadete, Ted, del avión en el que trabajan. Al primero lo encarna Mike Vogel ('Miami Medical', 'Monstruoso'), y al segundo, Michael Mosley ('Scrubs', 'Justified').

Por ahora la serie es menos de lo que prometía cuando se hablaba de ella meses antes del estreno. Es todo muy superficial, incluidas las misioncillas de espía de Kate, y la mayor parte del tiempo se dedican a tontear delante de la cámara, sin demasiada gracia y repitiendo esquemas románticos que ya hemos visto infinidad de veces. Al haber tantos personajes que quieren ser protagonistas, no se profundiza bien en ninguno, y tampoco es que de primeras sean para echar cohetes. Veremos cómo sigue y si la trama de espionaje coge profundidad.

(Entrada Actualizada: 11-05-2012.)

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