El creador de 'Skins' vuelve con una serie de formato peculiar. En torno a un mínimo nexo de unión, una web de citas, se nos ofrece la posibilidad de desarrollar el espíritu cotilla-romantiquero que todos tenemos. En 'Dates' somos testigos invisibles de esas citas medio a ciegas que siempre tienen otros (nosotros no, claro) y que pueden acabar con final feliz... aunque es poco probable. En la serie encontraremos un poco de todo.
Dates
2013-
Por ahí dicen que recuerda en la forma a 'In Treatment'. Algo de eso hay. Son episodios centrados en dos personajes, casi siempre desarrollados en una misma localización (un bar, un restaurante), con personajes variados (algunos repiten) y basados en el puro diálogo. Recuerda a la gran serie de Gabriel Byrne, sí, claro que en este caso la charla tiene como objetivo ligarse al otro (en principio) y no psicoanalizarlo (en principio).
El creador de la serie es Bryan Elsley, la mente pensante de la británica 'Skins', que ahora cambia de tercio para hablarnos de esa primera cita, arriesgada, divertida, humillante a veces, con final feliz, no siempre, asquerosa, olvidable,que podemos tener si jugamos a buscar pareja en una web de esas que ahora hasta anuncian por la tele.
Por lo visto hasta ahora, los personajes, cada uno con su estilo, pasado y presente, se cruza con quien han visto en la web que podría encajar, quien podría ser su pareja (romántica o sexualmente). Está visto que las probabilidades de error son altas. Y, bueno, que el cara a cara siempre acaba desenmascarando a más de uno, que no ser correspondido es de lo más normal, y que a veces hay que elegir, y no es fácil.
Una de las caras más conocidas en estas citas es quien interpreta a Mia, Oona Castilla Chaplin, madrileña, hija de Geraldine Chaplin y, claro está, nieta del gran Charlot. Antes de 'Dates' fue una fugaz Stark en 'Game of Thrones' y también la vimos en 'The Hour'. Al personaje de Stephen lo interpreta Ben Chaplin (no son familia), al que vimos de jovenzuelo en 'La verdad sobre perros y gatos' y recientemente en 'World Without End'. A David, otro de los protas recurrentes, lo encarna Will Mellor, visto en 'Broadchurch'. También os sonará Katie McGrath, Kate en la serie, por su papel de Morgana en 'Merlín'.
El formato pude descolocar a más de uno. No es nada típico. Habrá incluso quien piense, incluso antes de verla, que no es su serie. Es posible. Tampoco yo creía que después de ver el primer capítulo me animaría con el segundo. Pero tiene algo. Saca, como decía, el lado cotilla, voyeur, si queréis, que llevamos instalados de serie. La curiosidad por ver si al final habrá revolcón, flechazo, indiferencia o simple y llana repulsión es razón suficiente para llegar hasta el final del capítulo y de la temporada de nueve episodios que emite el Channel 4 británico.
Pero no es sólo eso. Aunque se presente como una serie de historias cerradas e independientes, en realidad, con el paso de los capítulos vemos que no es así. Si los personajes repiten, es por algo, porque hay una trama, romántica y casi individual, que vamos siguiendo discontinuamente, salpicada de personajes puntuales que están ahí para hacer que la trama de los recurrentes avance.
En fin, no me enrollo más. Son capítulos cortitos, intensos y que dejan buen sabor de boca. Vedla y me decís. Os dejo un tráiler algo espoileante.
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