Las miniseries dramáticas del Channel 4 están dando que hablar. Hoy traigo una de esas en las que la palabra "drama" se queda corta para describir lo que vamos a ver. Un pequeño pueblo donde todos se conocen y un hombre al que vemos que en cualquier momento se le puede cruzar un cable y desatar el caos. Cuando éste llega, algo que parece inevitable, los efectos son devastadores y se nos enseñan sin disimulo. Es una historia dura, no apta para quien no esté preparado para sufrir y ver sufrir.
Southcliffe
2013-
En el pueblo de Southcliffe, ficticio, por cierto, todo parece ir bien, pero si nos fijamos en los detalles, hay un drama en cada esquina. La pareja que se encamina hacia la ruptura. La mujer madura que no se ve con fuerzas para seguir intentando quedarse embarazada. El periodista quemado, tocado por su infancia en el pueblo. La anciana que sobrevive por inercia. El soldado que vuelve de la guerra con un trauma que no quiere reconocer. En casa de Stephen Morton, un hombre al que hace mucho que se le aflojaron varios tornillos, el drama se multiplica. A él lo conocemos cuando su cabeza está a punto de explotar. Falta muy poco para que el caos que lleva consigo se desborde. Y pronto vemos cuál va a ser el detonante y sus efectos sobre la comunidad. Y esto sólo en el primer capítulo.
Después vendrán tres capítulos más en los que entraremos en el detalle, donde nos contarán mejor la historia, desde más ángulos, yendo atrás y adelante, volviendo al drama, a las causas y a las consecuencias, y exponiendo las mil y una formas de enfrentarse a algo tan duro como una muerte imprevista y aleatoria. La muerte imprevista del ser querido, del vecino, del amigo, en un lugar donde hasta ahora casi nunca pasaba nada.
La miniserie es obra de Tony Grisoni, quien fuera coguionista de películas como 'Tideland' y 'Miedo y Asco en Las Vegas', ambas del director Terry Gilliam. Al actor que interpreta a Morton, Sean Harris, lo vimos haciendo de Micheletto en 'Los Borgia', y a Rory Kinnear, el periodista que vuelve a su pueblo, en dos de las últimas películas de James Bond, 'Skyfall' y 'Quantum of Solace', y en 'Black Mirror'. Las dos caras más conocidas son la de Eddie Marsan, uno de los hermanos de 'Ray Donovan', y, sobre todo, la de Joe Dempsie, el bastardo Baratheon de 'Juego de Tronos'.
Además de la historia en sí, la serie tiene un plus por la forma de narrarla. La línea temporal se rompe constantemente. Ya desde la primera escena, que da pistas claras sobre cuál va a ser el argumento sobre el que girará toda la trama, el guion se desarrolla a tirones, flahs-backs cercanos y lejanos en el tiempo, repeticiones de escenas desde otros ángulos, desde otros personajes. Se nos da así más información de lo sucedido y, aunque pueda parecer lo contrario, se va haciendo cada vez más duro el visionado, ya que a la vez que se nos repiten esas escenas sabemos más de los personajes y de su sufrimiento.
Como adelantaba, no es una serie para ver con el ánimo bajo. Hay que estar listo para lo peor. En fin, ya me contaréis qué os ha parecido.
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