Salamander
2012-2013
Paul Gerardi es un detective de la policía de Bruselas al que su olfato le va a meter en demasiados problemas. Todo empieza por un robo, el robo de unas cajas de seguridad en un banco. Los ladrones tienen muy claro cuál es el objetivo, y no es el dinero. Las víctimas, al poco de empezar la serie, sabemos que no son gente cualquiera, y menos inocentes. Y en medio está este policía, su familia y una trama a la que le van creciendo los brazos, y la que cortarle uno sólo hace que le crezca uno nuevo, cual salamandra.
La serie va siguiendo los pasos de Gerardi y su huida hacia adelante, primero porque quiere resolver el caso y después, cuando se convierte en algo personal, porque la venganza tiene que ser saciada.
Como suele pasar en las series europeas, en general, la credibilidad de lo que nos están contando nos paece mayor. Las fantasmadas norteamericanas juegan a exagerarlo todo. Aquí todo parece más... verdadero, aunque en 'Salamander' también recurran a las casualidades casi imposibles para acercar a los personajes y crear situaciones sin las cuales la historia no podría avanzar.
En mi opinión, la historia es de las que engancha, y empieza bien, atrapando al espectador con el robo. Los robos tienen ese atractivo, sobre todo cuando vemos todo el proceso y llegamos a ver la cara de la víctima, que no entiende cómo ha podido pasar que alguien haya podido quitarle eso tan preciado y que guardaba en ese banco tan seguro. El siguiente paso en la trama aumenta el interés: el policía que se enfrenta a todos para resolver el caso, el juego de bandos y la ristra de misterios: qué es Salamander, cuál es su origen (muy buenos flash-backs) y quién está detrás del robo que ha roto el dominio de los más fuertes. Los actores, desconocidos fuera de Bélgica, están a un muy buen nivel. La serie mantiene el interés hasta que se responden las grandes preguntas. Luego, cuando se encamina hacia el desenlace, lo menos atractivo de 'Salamander', afloja notablemente. El cierre afea la serie y la baja de un Bien alto a un Suficiente. Saber empezar es tan importante como saber acabar, y aquí terminan deprisa y corriendo.
En fin, los que la veáis ya me diréis qué os parece, si estáis de acuerdo conmigo en lo bueno y lo malo de esta serie belga que ya ha sido comprada por la BBC para emitirla en Reino Unido.
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