Tyrant
2014-2016
Dos mundos radicalmente opuestos unidos en una sola persona, Bassam, que en los Estados Unidos se hace llamar Barry en un intento de alejarse de sus orígenes. Casi veinte años después de dejar su país, ya integrado en la sociedad norteamericana, casado y con dos hijos, vuelve con ellos a su país, a la boda de su sobrino. Será el momento del reencuentro con todos su recuerdos, con su familia, con la manera de vivir y gobernar que tienen los Al Fayeed. La visita, como se adivina desde el principio, no será tan breve como el protagonista hubiera querido. Varios sucesos encadenados hacen que Barry-Bassam decida quedarse un tiempo allí.
El planteamiento es atractivo: ver una dictadura militar desde dentro, el conflicto del personaje entre su pasado y su sueño americano, las diferencias obvias entre un sistema democrático y uno que, como este, no lo es, la reacción del pueblo que se organiza contra el dictador, los extremismos religiosos, el apoyo relativo del gobierno de los USA a un sistema así... Todo ello tendría que ser suficiente para hacer una serie interesante, que mezclara política con relaciones y conflictos personales. La figura del hijo de tirano, converso en lo político, occidentalizado, amigo de un opositor moderado, que repudia lo que ve en su país pero que a la vez no puede dejar de sentirse de allí, de pertenecer a esa familia odiada por todo un país, que ve que puede ayudar a mejorarlo, a suavizar el sistema, quizá incluso a democratizarlo.
Del cásting no hay mucho que decir. El papel de Bassam corre a cargo de Adam Rayner ('Hawthorne', 'Hunted'); a su hermano Jamal lo interpreta Ashraf Barhom ('Ágora'). A la madre de ambos, Amira, la encarna la actriz Alice Krige ('Star Trek: Primer Contacto').
El peso de la serie está en las espaldas de su creador y productores, Gideon Raff ('Homeland'), Howard Gordon ('24', 'Expediente X') y Craig Wright ('United States of Tara').
El reto de 'Tyrant' es enorme y tiene mucho donde rascar, pero a la vez es demasiado poco creíble. Y ese es uno de sus problemas, quizá el más importante: que, por mucho que esté dispuesto a ello, no me lo trago. El único personaje interesante es el propio Bassam, del que vamos conociendo su infancia y adolescencia mediante flash backs, su lado oscuro, sus miedos. Es el único que tiene grises, el único que los guionistas parecen haberse currado algo, aunque el actor es realmente soso, no sé si por el personaje, reservado, introvertido, o por alguna otra razón.
El resto de personajes son estereotipos que rozan la caricatura. A ver, no dudo que puedan existir en la realidad en este tipo de países, pero vistos en esta ficción no son nada creíbles. Están plastificados. 'Tyrant' está llena de tópicos, y eso es un lastre enorme difícil de corregir a estas alturas. Me puedo equivocar, pero no le auguro un futuro muy halagüeño.
En fin, ya se verá.
La serie finalizó tras la tercera temporada en FX por sus malas audiencias pero no se descarta que pueda continuar en otra plataforma.
(Entrada Actualizada: 10/09/2016)
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