Críticas en Serie
2009-
No somos muchos en este lado, el blog y yo, pero junto a los lectores, comentaristas habituales y fieles miembros del grupo de Facebook (¡más de 300 ya!), que no paran de darle a la tecla y a las series, somos legión.
La historia de Críticas en Serie ya la conocéis. Comenzó como casi todos los blogs. Alguien que se aburría y que decidió hablar de lo que le gustaba. En este caso el aburrido era yo (por si alguien lo dudaba). Ni siquiera empezó siendo un blog de series. Las primeras entradas aparecieron en otra página en la que hablaba también de otras cosas. Luego las mudé aquí, respetando el orden, las fechas... y aquí estamos, un lustro más tarde (¡viejo!).
Desde el principio he tratado de mantener la misma idea, hablar de series sin espoilear demasiado, dar mi modesta opinión y algunas pistas sobre las series que nos van plantando en la tele. Con alguna excepción, que las hay, creo que he conseguido mantener ese propósito. Está claro que el objetivo no es competir con otras webs y blogs. Tampoco podría. Solo se trata de aportar algo a los seriéfilos, algo que yo buscaba en su día y no encontraba en otras páginas. Si a alguien le ha servido de algo, misión cumplida.
Está claro que la web no da para mucho: es fea (ya veis que al diseño le presto poca atención), algo incómoda y poco interactiva. La interactividad que pudiera haber se ha volcado casi al 100% en el grupo de Facebook, donde hay miembros muy activos que aportan opiniones, recomiendan series, comparten enlaces, etc. En ese aspecto el grupo está mucho más vivo que el blog. Y me parece bien. Precisamente por esto abrí el grupo, mucho más práctico como foro, dejando al blog casi únicamente como fuente de reseñas.
En la lista de agradecimientos estáis todos los seriéfilos que pasáis por aquí de visita, los que lo siguen por correo, Google +, Twitter, los empadronados en el grupo de FB y, entre estos, en lo alto, los que casi a diario participáis con vuestras aportaciones: el blog tiene mucho más sentido desde que el grupo cobró vida.
En fin (de nuevo), que después de 230 entradas y 727.000 páginas visitadas, tocaba soplar unas velas, que no siempre se cumplen cinco años, y menos en un blog. Prometo no volver a gastar entradas en celebraciones hasta que lleguemos, si el cuerpo aguanta, a los diez (uf).
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